lunes, 5 de noviembre de 2012

LAS DROGAS Y SUS PELIGROS


La cocaína es una droga poderosamente adictiva. Las personas que la han probado describen la experiencia como una euforia (high) potente que les da una sensación de supremacía. Sin embargo, una vez la persona comienza a usar la cocaína, no se puede predecir ni controlar hasta que punto continuará usando la droga. Las formas principales de ingerir la cocaína son inhalar o aspirar por la nariz, inyectar y fumar, (incluidas la cocaína de base libre y de crack).
Los riesgos a la salud existen independientemente si la cocaína se inhala (aspira), se inyecta o se fuma. Sin embargo, parece ser que el uso compulsivo de la cocaína puede desarrollarse más rápido cuando se fuma que cuando se inhala. Fumarla permite que dosis extremadamente altas de la droga lleguen al cerebro con mayor rapidez y produce una euforia intensa e inmediata. El usuario que se inyecta también corre riesgo de contraer o trasmitir una infección con VIH/ SIDA si comparte agujas u otro equipo para inyectarse.

PELIGROS PARA LA SALUD

Efectos físicos. Los efectos físicos del uso de la cocaína incluyen constricción de los vasos sanguíneos periféricos, pupilas dilatadas y aumento en la temperatura del cuerpo, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Algunos usuarios de cocaína informan sensaciones de intranquilidad, irritabilidad y ansiedad, tanto durante el uso como entre períodos de uso. Puede desarrollarse una tolerancia considerable al efecto de la droga, y muchos usuarios informan que buscan obtener tanto placer como la primera vez, pero no lo logran.
Paranoia y agresión. Las dosis altas de cocaína y/o su uso prolongado puede desatar paranoia. El usuario que fuma la cocaína de crack puede manifestar una conducta paranoica particularmente agresiva. Las personas adictas pueden deprimirse cuando dejan de usar la cocaína. Esta depresión los lleva a continuar el uso de la droga para aliviar la depresión.
Efectos a largo plazo. El uso prolongado de cocaína aspirada puede causar ulceración de la membrana mucosa de la nariz y puede afectar el tabique nasal lo suficiente como para colapsarlo. Las muertes relacionadas con la cocaína a menudo son resultado de paros cardíacos o convulsiones seguidas por paros respiratorios.
Peligro adicional. Cuando las personas mezclan la cocaína y el alcohol, están incrementando el peligro que presenta cada droga y causando, inadvertidamente, una interacción química compleja en el cuerpo. Los investigadores han encontrado que el hígado humano combina la cocaína y el alcohol para fabricar una tercera sustancia, el cocaetileno, que intensifica los efectos eufóricos de la cocaína y aumenta, posiblemente, el riesgo de muerte súbita.

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